Hernán Urbina Joiro poeta de Venganza poema 1974
De mi tío Gonzalo Urbina escuché siendo muy niño que en San Juan del Cesar habían matado a un Presidente de Colombia, Joaquín Riascos, en la esquina de Pachita, a donde mi mamá me mandaba a comprar carne.
En el primer fin de semana de octubre de 1974, en ese mismo punto, fue asesinado Gustavo Cuello, un joven sanjuanero muy querido, cuya muerte desataría la más grande asonada en el pueblo.
Tres campesinos de las sabanas de Bolívar fueron señalados como autores y las heridas que les causaron hicieron necesario recluirlos en el viejo Hospital San Rafael, de donde fueron sacados a la fuerza y masacrados en cada dirección por donde intentaron escapar.
Hernán Urbina Joiro poeta de Venganza Poema 1974
En el Colegio Gabriela Mistral, sin saber qué estaba pasando, lo empecé a saber porque mi papá, que nunca iba al colegio, ese día se presentó a buscarme a mí y a mis hermanos.
Nos montó en su Jeep azul y en la casa entré en pánico cuando supe lo que había sucedido y lo que podía seguir ocurriendo ese día de tanta agitación en San Juan.
Cegados cometieron la matanza de aquellos campesinos por vengarles, presuntamente, a un sanjuanero que habrían asesinado en el mismo sitio donde 99 años atrás cayó muerto el presidente de los Estados Unidos de Colombia, Joaquín Riascos a manos del General Felipe Farías.
Aquella fue la primera conmoción que recuerde que haya podido dominar encerrándola en versos en un papel.
Hernán Urbina Joiro poeta de Venganza Poema 1974
La maestra horrorizada no tuvo que decirlo.
Algo malo ha sucedido. Mi papá fue hasta el colegio.
Se levantaba el pueblo como ocurrió en otro siglo
desde el mismísimo sitio en que un Presidente había muerto1.
En la esquina de Pachita, me contó el tío Gonzalo,
un Presidente de Estado cayó en guerra con Farías.
Joaquín Riascos en sus días se firmaba el derribado.
Morir ahí mismo a Gustavo
Cuello luego tocaría.
Balacera, piedras, machete, alboroto.
En la arena uno tras otro
cayeron los sospechados,
por donde quiera intentaron
escapar quedó un rojo.
Policía, el gobierno todo,
ese día quedó anulado.
De la venganza no hay quien pueda devolverse.
No se sabrá la verdad
de los bolivarenses.
1 Joaquín Riascos fue Presidente de los Estados Unidos de Colombia por 36 días en el año de 1867. Murió asesinado en San Juan del Cesar el 8 de agosto de 1875.
Hernán Urbina Joiro poeta de Venganza Poema 1974
LEA ADEMÁS: Penas guajiras (Fragmento de Poema 14) | Hernán Urbina Joiro
TAMBIÉN VEA: VIDEO. Serenata que olvidó un conquistador (Fragmento) | Poema 16
Hernán Urbina Joiro poeta de Venganza poema 1974
Las mejores librerías en Colombia llevan a casa “Canciones para el camino”. Poesía escogida 1974-2019.
Hernán Urbina Joiro (Caligrama Random, 2020). Prólogo de William Ospina.
LIBRERÍA PANAMERICANA: https://bit.ly/2EyT3E6
LIBRERÍA NACIONAL: https://bit.ly/324z73Z
LIBRERÍA LERNER: https://bit.ly/2YE52rc
También puede descargar la versión electrónica en Google Play: https://bit.ly/2Pn5uVA
Hernán Urbina Joiro poeta de Venganza poema 1974
Canciones para el camino
Hernán Urbina Joiro
(Caligrama, 2020)
¡YA DISPONIBLE !
Cuarenta y cinco años de historia, amores, censuras, perplejidades de Colombia y el mundo en versos memorables.
Prólogo del poeta y escritor colombiano William Ospina.
Hernán Urbina Joiro poeta de Venganza poema 1974
OTROS PUNTOS DE VENTA DESDE ESPAÑA Y ESTADOS UNIDOS DE AMÉRICA
Amazon: https://amzn.to/2Zi2Zdr
Casa del Libro: https://bit.ly/3g3SrVd
El Corte Inglés: https://bit.ly/3fZZOwW
Apple Books https://apple.co/2Tibh0Y
Caligrama Random: https://bit.ly/2Zj0ZS4
Hernán Urbina Joiro Venganza Poema 1974
Hernán Urbina Joiro poeta de Venganza poema 1974
MÁS DE HERNÁN URBINA JOIRO EN:
Escritores.org – Hernán Urbina Joiro
Lecturalia – Hernán Urbina Joiro
Fundación Gabo – Artículos de Hernán Urbina Joiro
Peguin Random House España – Hernán Urbina Joiro
Peguin Random House Colombia – Hernán Urbina Joiro
Revista Semana – Diez poemas de Hernán Urbina Joiro
Diario El Espectador – Entrevista al poeta Hernán Urbina Joiro
Revista Ablucionistas – Poemas de Hernán Urbina Joiro
Un comentario
Hermoso texto.
Visitaré seguido