7 poemarios. I. Canciones tempranas | Hernán Urbina Joiro
Adelantos de Poesía escogida 1974-2019.
Canciones para el camino (Hernán Urbina Joiro)
Me temo que empecé hacer poesía a los 9 años por la misma razón que la humanidad misma inventó la música y la poesía —que debieron nacer al mismo tiempo—, cuando el ser humano necesitó expresar cosas que no podía con la lengua habitual, cuando buscaba conectarse «con eso» que estaba fuera de su alcance, que no podía abarcar y más bien lo abarcaba.
Cursaba cuarto de primaria en el Colegio Gabriela Mistral y no entendí la violencia en aquellos tiempos entre familias de San Juan del Cesar, entre clanes de La Guajira, pero además deseaba que siempre fueran jóvenes aquellas alegrías en las calles de mi pueblo. La poesía fue mi alternativa frente a tan opuestas realidades.
Intenté descifrar la condición humana a través de la poesía y, al no serme suficiente caminé a la medicina, siempre susurrando versos que hoy contemplo conmovido que recitan incluso en países tan lejanos como Islandia.
7 poemarios. I. Canciones tempranas | Hernán Urbina Joiro
Sin embargo, al principio, en el pueblo donde crecí los poetas tenían muy mala fama y procuré andar siempre con el grueso de mis papeles en un bolsillo por miedo a que leyeran mis versos sin mi autorización.
Un día no supe cuando cayeron en el jardín de una vecina y circuló que andaba enamorado de la señora, de la madre de un compañero del colegio. Entonces se conoció que andaba en los asuntos de la poesía, por supuesto, con muy mala fama.
En ese momento de mediados del año de 1977 me dije que nunca jamás publicaría poemas y no volví a recitar en ninguna parte.
Me determiné a hacer obras musicales como las que daban reconocimiento a los compositores de vallenatos, aunque siempre empezaba con un texto no mayor a 3 ó 4 líneas para alargarlo a partir de allí, tal como mi madre sacaba largas telas de carne a partir de un pequeño cuete de vaca que devanaba dándole vueltas con una cuchilla.
7 poemarios. I. Canciones tempranas | Hernán Urbina Joiro
Hasta el día de hoy, así nace todo lo que escribo, a partir de un núcleo de sensaciones de no más de 4 líneas. Antes de escribir una columna de prensa o asistir a un panel, todavía organizo las ideas en un pequeño poema y luego escribo la columna o salgo a hablar.
Con los años se han ido acumulando estrofas sobre sucesos locales o mundiales, muy diversas temáticas distintas a la lírica amorosa que no le interesaron a ningún intérprete.
Nunca abandoné los intentos de deducir lo qué pasa escribiendo las situaciones en cualquier papel o archivo, líneas amontonadas que ahora imponen sus voluntades contra la mía, contrariando mi resolución de no publicar poemas sueltos.
7 poemarios. I. Canciones tempranas | Hernán Urbina Joiro
En Canciones para el camino comparto lo que pude rescatar, versos originales, incluso con sus deliciosos solecismos —trona, soldan—, rimas que a menudo debí modificar a última hora en los estudios antes de dejarlas grabadas.
Reúno en el primer poemario, Canciones tempranas, lo escrito en San Juan del Cesar desde el año de 1974 hasta 1982, cuando viajé a Bogotá a preparar mis estudios de medicina.
Con este manuscrito entre mis manos, de mi Poesía escogida, escrita entre 1974 y 2019, me gusta pensar que ha llegado el momento de repetir con Máximo Mobil: …y cayendo y levantando y dando traspiés / al fin puse a mis canciones en un bonito puesto.
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