La historia por odio o por envidia, como toda mentira, se evaporará, sería la expresión a recordar a quienes se dedican al triste oficio de inventar y publicar historias para despertar odio, por ejercer la envidia o la ocultación de los hechos históricos.
Fue Octavio Paz quien señaló a la envidia como causa de incuria, de los desiertos en la historia. Un caso recién develado de incuria por odio neurótico a la Conquista y sus personajes fue el ocultamiento por cerca de 500 años de la India Catalina histórica, protagonista de primer orden en el mestizaje en los territorios de Cartagena de Indias.
La historia por odio o por envidia, como toda mentira, se evaporará
La India Catalina resultó un buen vehículo para expresar negación, ocultación, envidia, resentimiento, de manera muy parecida a los neuróticos. Su historia desencadenó repetitivos y fallidos actos para atacar, realmente, sufrimientos personales que su vida parece desencadenar aún hoy en muchas personas.
Quien oculta suele tener miedo o resentimiento o, como señalaba Octavio Paz, envidia, que, más que una complacencia narcisista, es la comunicación de una gran tristeza, de una inmensa pérdida.
Quien oculta o envidia es alguien debilitado
Negar sistemáticamente es a menudo señal de que bajo ese afán yace algo más poderoso que lo que en apariencia se intenta traspapelar. Freud llamó por neurosis a esa vivencia irracional de amenaza que tiñe de peligro a objetos y personas, paralizando a individuos. De acuerdo con Lacan, eso mismo pueden sufrir sociedades enteras.
Pero quien oculta, niega o envidia se trata de alguien debilitado, carece de virtud palabra que deriva de viril, que significa vigor. La castración en el sentido freudiano es un lastre idéntico para hombres y mujeres.
A propósito, los genitales son designados como vergüenzas —Vergüenza viene del latín verecundae y de allí surge verecundae partes o genitales. De modo que quien nos envidia podría tratarse sólo de un castrado —un sinvergüenza—, alguien sin nada que perder.
Historia es algo mucho más poderoso que los lastres personales de un ser humano o un pequeño grupo y los hechos históricos siempre tenderán a salir a la luz, como la luz propia. Historia son los pasos, toda la obra de un ser humano, no la envidia de cualquiera.
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