Lo audiovisual no perjudica necesariamente la buena lectura. En mi infancia la televisión me regaló Alicia en el país de las maravillas, Un cuento de Navidad y Cumbres Borrascosas, entre muchas grandes joyas de la literatura, y gracias a la pantalla pasé a la versión impresa de esas obras.
Esto, en una época donde el libro impreso era la única forma de libro y de fuente de conocimiento al alcance.
LA FILBO Y LO DIGITAL
La Feria Internacional del Libro de Bogotá (FILBO) parece tener identificado como un cliché más de la posmodernidad aquello de que los nacidos en este milenio no leen por el auge de la cultura audiovisual. La FILBO ha anunciado un mayor catálogo y mayor presencia de replicadores de contenidos digitales.
En realidad, los jóvenes no paran de leer en las pantallas y de compartir sus lecturas favoritas. Leen lo que motiva y preocupa a su generación. Si hay algo en qué ayudarles, sería en la orientación de buenos contenidos sobre esos temas.
Hay que repetirlo: lo que podría atrofiar de la cultura digital —y de toda cultura en cualquier tiempo— no son las imágenes o la digitalización en sí misma, sino la naturaleza banal de los contenidos, que igual abundan encuadernados en los estantes y los anaqueles.
En la Internet se puede leer todo el cotilleo del planeta, pero también se puede leer o escuchar a Vargas Llosa o Umberto Eco o a Fernando Savater. El medio empleado para promover el conocimiento no es la barrera. Es barrera para el conocimiento todo aquello que mine la abstracción, que es la gimnasia del espíritu humano
Los pergaminos y códices inmortalizaron las palabras de la paideia y la humanitas. Mas, los pergaminos y códices cedieron paso a la imprenta que hoy, pese a los avances en sus procesos, declina progresivamente ante la más poderosa forma de difundir la palabra escrita e incluso hablada: los medios digitales.
Pero el conocimiento es esfuerzo mental, no meros datos o informaciones sueltas o acumuladas. Para una buena abstracción es importante la elección de los contenidos. Allí entra en juego el otro, la humanización que sólo es posible con la interacción, precisamente, de los otros.
Lo audiovisual no perjudica necesariamente la buena lectura
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Hernán Urbina Joiro es escritor colombiano. Miembro de Número de la Academia de la Historia de Cartagena de Indias, de la Academia de Medicina de Cartagena de Indias como también de la Academia Nacional de Medicina de Colombia. Ha colaborado con los periódicos colombianos El Tiempo, El Heraldo y El Universal, entre otros. Fundó y dirigió la revista Romanceros y la revista Humanidad Ahora.
Vive en Cartagena de Indias. Sus más recientes libros son Entre las huellas de la India Catalina (Segunda edición, 2017, Universidad del Rosario) y Humanidad Ahora: diez ensayos para un nuevo partidario de lo humano (2018, Siglo del hombre).
